El traje de charro: patrimonio vivo de México
- Raíces históricas: El traje de charro surge en el siglo XVI en las haciendas del Bajío y Jalisco, inspirado en la vestimenta de jinetes españoles, pero adaptado al clima, materiales y estilo de la Nueva España.
- Función antes que moda: Originalmente, sus pantalones ajustados y botonaduras laterales protegían al jinete del roce de la silla de montar, mientras que la chaqueta corta permitía mayor movilidad en la faena.
- Lenguaje visual: Cada bordado, color y adorno tiene un significado. El negro y el gris transmiten sobriedad; el blanco, elegancia de gala; el dorado y plateado, distinción y estatus social.
- Trabajo artesanal: Elaborado por maestros talabarteros y sastres especializados, el traje puede incluir botonaduras de plata, grecas bordadas a mano y sombreros con fieltro fino y copa alta.
- De faena a gala: Existen trajes de charro de faena, de media gala y de gala, cada uno con un nivel de ornamento distinto. El de gala, usado en ceremonias y competencias, es considerado una obra de arte textil.
- Embajador cultural: El traje de charro no solo es símbolo de la charrería —declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO en 2016—, sino un emblema que México ha llevado a escenarios internacionales.